El fenómeno “Tenerlo en la punta de la lengua” se intentó
emular en el laboratorio, y para obtener dicho fin, se pidieron definiciones de
palabras poco frecuentes, preguntando a la persona si sabe de qué objeto se
trata y si sabría ser capaz de nombrarlo. Cuando se da la situación en la que
saben de qué se está hablando, pero no les sale el nombre, se realizan una
serie de preguntas: ¿Cuál es la primera letra?, ¿Cuál era el número de
sílabas?, ¿Te acuerdas de otras letras? y ¿Qué otras palabras te han venido a
la mente?
Lo que se obtuvo es que no recuerdan el nombre del objeto,
pero si eran capaces de dar una aproximación muy cercana. Por ello, se ve que
las personas si tiene acceso parcial a la información de ese objeto al que se
están refiriendo.
Se ha comprobado que el bloqueo puede proceder con otras
palabras (por ejemplo, estamos intentando decir el nombre de una persona y nos
viene a la mente otros nombres y no dejamos de decir alternativas). Las
palabras relacionadas pero incorrectas que nos vienen a la memoria parecen provocar
el bloqueo de la palabra buscada, es decir, es como si quedase la “salida”
taponada por las otras alternativas (si se deja pasar el tiempo, se “destapona”
y la palabra ya nos sale).
Imagen: http://anagmiguelg.blogspot.com.es/2014_01_01_archive.html
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