Existen personas que
poseen una memoria autobiográfica asombrosamente exacta, pero, a pesar de su
extraordinaria capacidad, estos sujetos presentan una inteligencia media. Los
recuerdos les avasallan de manera involuntaria. Es probable que el origen de su
memoria superior se encuentre en la intensidad de sus conexiones cerebrales.
Ciertas personas son capaces de describir con pelos y
señales cada instante de su vida, lo cual es conocido como hipertimesia o
memoria autobiográfica superior (la denominación hipertimesia proviene de la
unión de los dos términos griegos: hiper, que significa sobre, y timesis que es
recordar).
Jill Price fue quien inició la historia del síndrome dado que en el
año 2000 contactó con James McGaugh a quien le narró su insólita capacidad.
Price era capaz de conservar los primeros recuerdos de su más tierna infancia y
almacenar en el cerebro cada día de su vida desde el 5 de febrero de 1980. Ella
explicaba que estos recuerdos no surgían conscientemente, sino que, le
avasallaban cada vez que tropezaba con una fecha.
McGaugh quedó fascinado y estudió con minuciosidad el asunto
mediante una serie de pruebas de inteligencia y de memoria para comprobar
dichos conocimientos. Según averiguó, la memoria de Price destacaba en relación
al calendario (poner fecha a los domingos de Pascua entre 1980 y 2003 además de
acordarse de lo que aconteció en su vida esos días) y en relación con el
almacenamiento de los acontecimientos de transcendencia pública siempre y cuando
le interesen personalmente (fue capaz incluso de corregir la fecha de un
volumen de historia norteamericana).
Se observó que esta capacidad no se basaba en un cálculo
mental de fechas (descrito en autistas con síndrome del sabio o savant). En
pruebas de memorización posteriores se descubrió que era capaz de recordar
palabras con la misma perfección que los eventos pretéritos, pero obtuvo menor
puntuación en pruebas menos estructuradas.
La inteligencia de Price se ajusta a la media de los
mortales dado que le cuestan las pruebas relacionadas con las funciones
ejecutivas como el pensamiento abstracto y la anticipación. Además, nunca
obtuvo notas destacables.
En 2006 se publicó por primera vez el caso de Jill Price
nombrándola como AJ (más tarde sería la propia Price quien revelaría su
identidad). Pero, a pesar de la gran cantidad de pruebas realizadas, no se ha descubierto
el porqué de su gran capacidad memorística.
Durante las investigaciones se encontraron con el Efecto
techo en el cual los ejercicios resultaron demasiado fáciles dado que se
resolvían sin llegar a los límites de capacidad cognitiva llegando a la
conclusión de que la habilidad intelectual se debía a un desarrollo anormal del
encéfalo.
HK. Brandon Ally (2012) es un paciente que sufrió una retinopatía del prematuro,
patología que le causó en su infancia pérdida de visión. A pesar de ello, se
acuerda de cada día de su vida desde que tenía 13 años.
Este joven tampoco evoca los recuerdos, sino que le
invaden de forma vívida y acompañados de múltiples sensaciones. En el caso de
HK predominan los ruidos, olores y los sentimientos.
Su cociente intelectual no es superior a la media, ni
posee una mayor capacidad de retención, sino que destaca solo por su memoria
autobiográfica.
Se estudió su cerebro mediante tomografía por resonancia
magnética y en comparación con otros 30 pacientes con hipertimesia se observó
que presentaba menor cantidad de sustancia gris y blanca lo cual fue atribuido
a la enfermedad sufrida durante la infancia, Además, en proporción, la amígdala
derecha era un 20 por cierto mayor a la del resto de los probadnos. No
obstante, otras muchas áreas subcorticales mostraban un tamaño inferior.
Conexión intensiva para
la memoria
El cerebro de HK revelaba que la conexión de la amígdala
derecha con el hipocampo y otras regiones corticales y subcorticales era mayor
de lo usual. Debido al volumen acusado de la amígdala de HK y a su óptima
conexión se supuso que esta región desempeñaba una función sobresaliente en las
personas con memoria excepcional
Numerosos factores hablan a favor de que la amígdala de
HK “carga” de emociones los recuerdos, con los que les confiere una gran
relevancia personal. Asimismo, parece que este sistema se encontraba
hiperactivo en el joven por lo que es capaz de procesar y almacenar la
información con más eficiencia que otras personas.
No obstante, quedó sin resolverse si dichas conclusiones
pueden extrapolarse a otros individuos con hipertimesia ya que algunas de las
diferencias neurales podrían ser dividas a su ceguera temprana.
FK. Hans Markowitsch y
Angelica Staniloiu. Este sujeto con
hipertimesia posee, además, una memoria semántica extraordinaria. FK a los
cinco años era capaz de enumerar la fecha de cumpleaños de muchos de sus
familiares, incluyendo el día de la semana en que caían.
Además, FK manifiesta una memoria semántica excepcional
dada que al darle dos números era capaz de relacionarlo con datos y fechas
históricas. A diferencia de otros sujetos con hipertimesia, FK es superdotado.
Experimento de McGaugh. En cada exploración participaba un grupo control formado
por personas con una capacidad memorística normal y un grupo de voluntarios que
afirmaban tener una memoria perfecta (tras un cribado de los voluntarios).
Las pruebas cognitivas no diferían de las realizadas en
sus experimentos anteriores por lo que, al igual que Price, los sujetos con memoria
autobiográfica superior obtuvieron en pocas pruebas mejores resultados que el
grupo control (realizaron los ejercicios de acuerdo a la media). Lo que llamó
la atención fue que michos de los sujetos eran zurdos y en su mayoría
presentaban comportamientos obsesivos-compulsivos.
Al contrario que en los estudios de HK los estudios de
McGaugh no encontraron alteraciones en la amígdala de los probadnos. Pero, sin
embargo, descubrieron diferencias con el grupo control en un total de nueve
regiones cerebrales (lóbulo temporal del telencéfalo (los giros inferiores y
temporal medial o el polo temporal)) como determinantes para la hipertimesia.
Esto se debe a que en esa zona es donde termina el
fascículo uniforme, un haz de fibras nerviosas que conectan al lóbulo frontal
con el temporal y que ejerce una función clave en la memoria autobiográfica.
Paciente con lesión en
el fascículo unciforme
Debido a un accidente de bicicleta apenas era capaz de
recordar episodios pasados de su vida, pero su memoria semántica se encontraba
intacta.
En los probando de McGaugh el fascículo se encontraba
especialmente desarrollado, pero queda demostrar si las alteraciones cerebrales
son el motivo de la extraordinaria capacidad
Vistos estos casos, se ha observado que tan negativo es
no tener la capacidad para formar nuevos recuerdos (aunque quizás sea más
incapacitante) como el recordar en exceso (como ocurre en casos como el TEP).
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